¿Qué es un vino Cava de Paraje Calificado?
Tal como sucede con todos los vinos, estos se clasifican según el tiempo de fermentación. Es por ello que nos encontramos por un lado los Cava con 9 meses de crianza, los Cava Reserva con 15 meses de reposo y los Cava Gran Reserva, con 30 meses.
Ahora bien, ¿qué es un Cava de Paraje Calificado? Los espumosos que obtienen esta calificación la llevan con orgullo, pues se refiere a que sus licores se consideran únicos, ya que las uvas con las que han sido elaborados provienen de localidades con características únicas. Esto da como resultado vinos de altura y excelente calidad.
Las notas de cata de los Cava con Paraje Calificado hablan de estos como licores con mucho que contar, de carácter particular, con una delicadeza muy suya. Se puede afirmar con total seguridad que se trata de una categoría Premium, gracias a que provienen de parajes con climas y suelos que han dado frutos excepcionales.
¿Cuáles son las condiciones para considerar un Cava de Paraje Calificado?
En primer lugar, es necesario contar con un tipo de uva único en el mundo, con particularidades que provienen de la tierra donde crece la viña. Este terruño debe tener un mínimo de 10 años de tradición vitivinícola. Por supuesto, el vino base que se produce tiene una calidad superior certificada.
La vendimia debe ser manual, asegurando una selección meticulosa de la fruta. Además, la producción es pequeña, lo que hace que estos caldos sean muchas veces de edición limitada.
Notas de cata de un Cava de Paraje Calificado
Los Cava de Paraje Calificado presentan una experiencia de aromas muy agradable y tentadora. Contienen notas florales y toques de fruta madura, acompañadas de olores que delatan su procedencia, como los minerales o las maderas.
En cuanto al sabor, coincide a la perfección con los aromas, agregando notas ligeramente ácidas, frescas y joviales. Es fundamental que se note la burbuja, juguetona y divertida, con suave persistencia en el paladar.
Para servirlo correctamente, se debería usa una copa tipo tulipán, con tallo largo y cuenco fino, para permitir que la burbuja forme las atractivas columnas que son la firma de los vinos espumosos. En cuanto a la temperatura, esta debe estar alrededor de los 7°C para que el licor pueda expresar toda su frescura.