Historia sobre la D.O. Champagne
Suele haber varias diatribas respecto a la D.O. Champagne. En dado caso, todo vino con esta denominación es espumoso. Su origen está en un método vinícola llamado “champenoise”, el cual es típico de la zona geográfica de Champaña, en Francia. Esta denominación de origen está bastante controlada. De hecho, todo vino con esta denominación debe acatar los protocolos del Institut National des Appellations d’Origine (INAO).
Por lo general, es un vino blanco. No obstante, también existe la variedad de champaña rosada. Esta última se elabora con diversas uvas muy tintas. Es importante indicar que resulta ilegal hacer un producto que se llame “champagne o champaña”; sin que cumpla con las exigencias y procedimientos dictados en INAO. Justamente, aquí es donde surgen diatribas: hay quienes insisten en que esta D.O. debe ser exclusiva para viñedos francés; mientras que otros aluden que lo verdaderamente importante es el procedimiento de elaboración, sin necesidad de frutos de regiones específicas.
Características de los vinos con D.O. Champagne
Si bien es un tipo de vino bastante conocido, la denominación como tal no lo es tanto. Además, es necesario saber que no basta con que un vino sea espumoso; también requiere de otras cualidades interesantes. Veamos algunas de estas características a continuación, necesarias al momento de comprar vinos D.O. Champagne y otros similares:
- Elaboración de un vino blanco, aunque en su origen se utilizan únicamente uvas tintas.
- El resultado se obtiene gracias al ensamblaje de diferentes variedades de uva, las cuales proceden de diferentes pagos y añadas.
- La elaboración implicó un prensado muy ligero fraccionado, valiéndose de mostos por separado.
- La crianza se hace en dos fases, siendo la segunda fermentación en botella. Esto es relevante, ya que así se logran los procesos químicos que dan como resultado la cualidad de liberar espumas.
- Influencia del terroir y de un clima particular, para obtener buenos resultados.
Asimismo, sucede que la champaña es un vino un tanto diferente a los demás. Su mejor cualidad es el sabor, además de ser menos fuerte. Puede ser degustado por un público amplio, sin necesidad de beber gran cantidad de alcohol por cada ingesta. Por supuesto, es siempre sinónimo de elegancia.