Breve paseo por la historia de la D.O. Jumilla
Esta denominación de origen fue creada en el año 1962. No obstante, el reglamento y características actuales de esta D.O. son establecidos en el año 1995. Quienes desean comprar vinos con esta denominación, optan por un producto con mucha calidad expresiva, sobre todo en el aroma y en el postgusto nasal. Esto sucede porque se usan frutos oscuros, maduros y con fuerza en su coloración. Además, tienen un color muy intenso con ribetes morados.
Otra característica es que son vinos en extremo resistentes. Pueden abrirse y perdurar, siempre y cuando tengan los cuidados necesarios. Por otra parte, esta denominación cuenta con varias bodegas que imprimen su sello peculiar a cada uno de sus productos.
Los principales tipos de vinos con D.O. Jumilla
En la denominación de origen Jumilla se elaboran hasta cinco clases de vinos: tintos, dulces, blancos, vinos de licor y rosados. Por lo tanto, es una denominación con una amplia gama de alternativas que describimos a continuación:
Vinos tintos de Jumilla: los más conocidos, ya que exponen al máximo todas las características de esta denominación de origen. Se trata de vinos con un sabor afrutado, persistente y de una coloración muy intensa. Quizás, es una de las denominaciones con un color más intenso de toda España.
- Vinos dulces de Jumilla: son vinos tradicionales, de aspecto brillante intenso. Su aroma siempre es de fruta madura y desequilibrada en el paladar. Son muy persistentes en la boca, siendo, por lo tanto, perfectos como acompañantes o entrantes.
- Vinos rosados de Jumilla: se obtienen a partir de la variedad Monastrell, siendo de aspecto limpio y brillante. Tienen tonalidades rosas, cerezas y moradas. Su aroma es muy elegante, con una amplia sensación retronasal.
- Vinos de licor de Jumilla: tienen alto contenido de alcohol, implicando una extensa permanencia en barrica. Su sabor tiene esa elegancia propia de la madera integrada al gusto, lo cual los torna en la modalidad más elegante de esta denominación.
- Vinos blancos de Jumilla: son muy brillantes y llenos de matices. Tienen una tonalidad entre amarilla y verdosa, con un sabor vibrante en la lengua. Tienen mucha frescura, con bastante ligereza al ser servidos y degustados.
Finalmente, la denominación de origen Jumilla es muy valorada por la intensidad y color de sus vinos. Por lo tanto, implica una experiencia íntegra que a todos atrae en el ámbito de la enología.