¿Por qué comprar D.O. Navarra?
La D.O. Navarra se usa para referirse a los vinos obtenidos con variedades y procedimientos tradicionales de la Comunidad Foral de Navarra. Es una zona vinícola extendida desde el área de Pamplona, hasta las cercanías del río Ebro.
Tradicionalmente, este territorio se ha caracterizado por la elaboración de vinos rosados y blancos. No obstante, también ha incursionado en variedades muy originales de vinos tintos. De hecho, cuando se empezaron a discutir las características de esta denominación, se pensó inicialmente que únicamente tendría vinos rosados.
No obstante, la situación anterior ha cambiado. Ahora, abarcan diversos tipos de vinos. La denominación de origen inicia en el año 1933, aunque publica sus primeros reglamentos en 1967. Además, con el tiempo ha ido ampliando los vinos que abarca. Todo esto es necesario saberlo, pues al comprar vinos con D.O. Navarra; en ocasiones se presta a confusión entender los catálogos de esta denominación.
Principales tipos de vinos de la D.O. Navarra
Dejamos un listado con las principales variedades, a la vez que se hace una descripción de cada una de ellas.
Blancos
Se trata de vinos frutosos, muy frescos que se consumen al año siguiente de la vendimia. Tienen un color amarillo, bastante pálido. Muy usado como entrantes en cualquier comida. Son muy estructurados, más ácidos que los vinos blancos comunes. Su aroma frutal oscila entre la piña y la pera, aunque son de un olor bastante complejo.
Rosados
Se realizan con uva Garnacha y Tempranillo, dando como resultado un aroma afrutado muy similar a la frambuesa. Son vinos frescos al paladar, que muchos se consumen al año siguiente de su elaboración. Perfectos como entrantes y acompañantes, sobre todo del arroz que tiene tradición culinaria en la región de Navarra.
Tintos
Son vinos de color púrpura, con notas de regaliz en su aroma. Tienen una sensación muy golosa en el paladar, por lo que son perfectos para entrantes de charcutería. También, como el maridaje para diversos tipos de quesos.
Tintos de crianza
Exigen al menos un par de años en barrica. Con aromas frutales, están matizados con algunos toques de roble y vainilla. Tienen un sabor muy potente, perfectos para acompañar carnes y brasas.
Tintos de reserva
Un mínimo de tres años en barrica. La sensación olfativa es compleja, dejando una sensación fuerte nasal. Su sabor es limpio, requiriendo de buenas maderas para obtener un resultado de calidad.
Dulces
Son vinos blancos, con un contenido de alcohol entre los 11 y 14 grados. Muy delicados y con untuosidad, se acompañan muy bien con quesos. Perfectos para las sobremesas.