Si estás buscando un buen alimento para presentar en una comida con amigos o familiares, pero que sean sanos, las habitas en conserva son sin duda una gran opción. Tienen un alto contenido de fibra, ricas en hierro por lo que pueden ayudar a combatir la anemia y además, son una gran fuente de hidratos de carbono y proteínas.
Siendo una planta herbácea muy importante en el mundo de la siembra, destaca por cosecharse internacionalmente. Su suavidad y sabor sin duda, la convierten en una excelente opción gourmet que debes disfrutar.
¿Qué son las habas?
Son una legumbre propia de una planta que se ha posicionado en la cocina y en la gastronomía mundial como un alimento tradicional. Resaltan por ser consumidas en las zonas mediterráneas desde hace décadas.
Son muy nutritivas y perfectas para alimentar de forma sana y saludable. En la antigüedad, especialmente en los momentos más duros y de penurias, eran uno de los platos principales. Sus altos componentes nutricionales las convierten en una insuperable opción a considerar.
¿Qué tipos de habitas existen?
Cosechadas principalmente durante la época de primavera, es decir, de marzo a mayo, se pueden mencionar cuatro tipos de habas que son:
- Las Habas Aiguadolça tienen una vaina de 8 centímetros aproximadamente, con una semilla marrón en su interior que resulta ser bastante grande. Son excelentes para acompañar con vino blanco.
- Luego está el Haba Muchamiel que destaca por tener una semilla de color marrón oscuro que no supera los 2 centímetros. Son ideales para consumirlas en guisos porque su grano es muy tierno.
- El Haba Reina Mora tiene color lila oscuro y a diferencia de las otras, su ciclo es rápido. Es perfecta para consumir en guisos y ahogada porque es muy suave.
- Por último, el Haba Larga tiene color verde claro y es de las más producidas. Es una especie que aguanta bien las bajas temperaturas.
¿Cómo se recolectan las habitas?
Suelen ser recolectadas a mano y se conservan en aceite de oliva, obteniendo más sabor y destacando por su suavidad. De esta manera se convierten en un producto de excelente calidad gourmet.
Por su parte, es fundamental considerar que, si se compran las de tipo natural, no en conserva, es indispensable que la vaina esté crujiente y su color sea brillante. Si se consiguen vainas dobladas, se deben descartar porque el producto no está fresco.
Igualmente, aquellas que tengan manchas marrones hay que evitarlas. Si se quieren conservar en la nevera pueden aguantar unos tres o cuatro días, aunque también pueden congelarse. Eso sí, antes de ello se deben escaldar.