Diferencias entre el jamón ibérico y jamón serrano
Cuando hablamos de jamón ibérico y serrano, la primera diferencia que hay que puntualizar es que provienen de razas de cerdos diferentes.
En el caso del jamón serrano, proviene del cerdo blanco, también conocido por el nombre del jamón. Este se ubica en diferentes países del mundo, por lo que se puede encontrar su carne en cualquier lugar.
Por su parte, los jamones ibéricos provienen de un cerdo con el mismo nombre, que es una raza que pertenece únicamente a España. Es por ello que no lo encontrarás fácilmente en otro lugar. Además, la cría de los animales también es muy diferente, ya que el ibérico vive en libertad dentro de los límites de las granjas y es alimentado a base de piensos con gran concentración de ácidos oleicos. Esto hace que su carne adquiera un sabor exótico y pueda ser más saludable.
Los jamones ibéricos se distinguen en varias categorías de acuerdo con estas características. Es decir, el tipo de alimentación, su nivel de pureza, el tiempo de curación y la Denominación de Origen según la región donde fueron criados.
Conoce los principales factores de calidad del jamón
Una de las cosas que determina la calidad del jamón ibérico es la pureza de la raza del animal en cuestión. Esta se mide en base en sus progenitores. Por ejemplo, supongamos que la madre es 100% ibérica, entonces, dependiendo del padre tendremos lo siguiente:
- Padre Duroc u otra raza: tendremos una cría 50% ibérico.
- Padre 50% ibérico: obtendremos un cerdo 75% ibérico.
- Padre 100% ibérico: evidentemente, tendremos un cerdo totalmente puro, 100% ibérico.
Por supuesto, cuanto más puro sea el cerdo, mayor calidad de jamón tendremos. Pero eso no es todo. Para que la carne pueda ofrecer sus cualidades, es necesario que el animal sea criado en libertad y alimentado de acuerdo con las normativas que rigen este tipo de alimentos.
Según lo que comen los cerdos, las carnes adquieren sabores diferentes y son más saludables. Es por ello que incluso existe una clasificación para los jamones ibéricos de acuerdo con el tipo de alimentación que llevan los animales.
Dentro de los jamones ibéricos destaca el de bellota por ser de una calidad extraordinaria, pero no hay que olvidar los jamones ibéricos de cebo y el jamón ibérico de recebo. La diferencia de unos a otros está en la alimentación y el tiempo que están en el campo.
- El jamón de cebo proviene de un cerdo ibérico que se alimenta de cereales y piensos y se crían en granjas o espacios cerrados.
- El jamón de recebo procede de un cerdo ibérico cuya crianza ha sido una parte en un recinto cerrado y otra en el campo, por lo que en su alimentación está el pienso y cereales y las hierbas, frutos y bellotas que hay en la Dehesa.
- El jamón de bellota procede de un cerdo ibérico que ha sido criado libre en el campo por lo que su alimentación es lo que ofrece la Dehesa, hierbas, frutas y bellotas.
Todos son jamones de gran calidad, su forma de crianza es lo que hace que su sabor sea diferente. ¿Cuál es el mejor de ello? Esto es algo que cada uno tiene que decidir de acuerdo con sus gustos.
Finalmente, los jamones cuentan con Denominación de Origen, que se refiere a la locación de las granjas donde han sido criados los cerdos. Este es otro de los factores que garantizan la calidad de la carne, debido al clima y vegetación óptimos para la crianza de estos animales.
- Jabugo
- Dehesa de Extremadura
- Pedroche
- Guijuelo
¿Cuál es el mejor jamón ibérico?
Para elegir el mejor jamón ibérico basta con fijarse en las características antes mencionadas, que son las que le aportan calidad a la carne. Ahora bien, también existe una categorización que se refiere al tiempo de curación por el que ha pasado la pieza.
Al igual que los vinos tintos reserva, cuanto más largo ha sido el proceso curación (crianza en el caso del vino), mayor calidad se le atribuye al jamón ibérico. De esta manera también es posible inferir cuál de estas carnes es la mejor.
- Jamón de Bodega, pasa por 9 meses de curación.
- Jamón Reserva, ha pasado 12 meses de curación.
- El Jamón Gran Reserva, ha pasado 15 meses de curación.
- Jamón ibérico 100% puro de Bellota, Denominación de Origen, 36 meses de curación.