Carnes de caza y vinos tintos
La carne de caza marida maravillosamente con un buen vino tinto Crianza, para que tanto los aromas como el sabor se acoplen de forma magnífica, dándole al plato un nivel superior.
El sabor de las carnes de caza es único. Es un verdadero manjar, hasta el punto en que cuando llega la temporada, los grandes restaurantes incluyen los platos más elaborados con estas delicias. Desde luego, siempre acompañadas de una botella de su mejor vino, ya que si hay una tendencia gastronómica que lo merece, es precisamente esta.
Lo más usual y recomendado, es el maridaje con vinos tintos. Pueden ir desde los jóvenes o crianza, hasta un espectacular vino Gran Reserva, que haga de la degustación una experiencia única y un verdadero regalo para el paladar.
Ahora bien, para ayudarte a elegir el mejor vino para tu maridaje con carnes de caza, te dejaremos algunas recomendaciones, además de sugerirte algunos caldos exquisitos. Así, podrás degustar tus platos como corresponde y si tienes invitados, quedarás como un verdadero conocedor.
Los vinos y la caza menor
Cuando hablamos de caza menor nos referimos a aquellas presas de menos tamaño, como la codorniz o el conejo. Estas carnes son blancas y tiernas, de sabor delicado. Se suelen preparar con sabores muy especiados en platos aromáticos deliciosos, por ejemplo, los estofados.
En ese caso, la recomendación suele ser un vino Tinto Joven o Crianza, con notas aromáticas marcadas y frescas. Hay quienes apuestan incluso por algunos blancos con unos meses de envejecimiento, por supuesto, la decisión final es tuya.
Nosotros recomendamos el vino Tinto Joven Le Naturel, de aroma a frutas y flores, y un sabor muy fresco y ligero, que se recibe bien en el paladar. Con la intensidad adecuada para acompañar el plato, sin restarle protagonismo ni dejarse opacar.
Los vinos y la caza mayor
La caza mayor se refiere a presas de un tamaño más grande, como los ciervos o el jabalí. Estas carnes cuentan con una textura y sabor dominante, con matices muy marcados. Las recetas también son muy variadas, con gran intensidad aromática y marcada huella en el paladar. Por lo general, se suele macerar la proteína con el mismo vino que se servirá en mesa.
Estos platos maridan magníficamente con vinos con cuerpo, de buena crianza y taninos marcados. Además, se eligen uvas fuertes, como la Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Syrah y Tinta de Toro, que son dominantes y no se dejan opacar. Recuerda que lo ideal es que tanto el plato como el vino armonicen en la mesa, sin solaparse.
En este caso, nuestra recomendación es el vino Santalba Viña Hermosa Gran Reserva, una propuesta monovarietal del Tempranillo que ofrece aromas exquisitos propios de la crianza en barrica. Su sabor es equilibrado, intenso y sensual. Perfecto para servir junto a las carnes de caza.