Vino y chocolate: una de las combinaciones más difíciles
El maridaje del vino con el chocolate siempre se ha considerado una de las combinaciones más difíciles. Además de las características intrínsecas del tipo de chocolate, hay que prestar atención a su elaboración, a sus acompañamientos y a las especias, frutas y aromas añadidos.
El chocolate contiene manteca de cacao en distintos porcentajes y el brillo que deja puede dificultar un posible maridaje. Lo mismo ocurre con la presencia de taninos, que se notan más en el chocolate negro, lo que a veces hace que la combinación desentone.
La pátina untuosa que la manteca de cacao deja en las papilas gustativas, junto con la prolongada persistencia de los taninos del cacao, siempre se han considerado características organolépticas poco probables para el maridaje con el vino.
Pero entonces, ¿es apropiado maridar un vino con un postre de chocolate? En realidad, el vino y el chocolate tienen muchas similitudes:
- Ambos se consideran afrodisíacos
- Contienen flavonoides (taninos)
Se dice que cuanto mayor es el porcentaje de cacao en el chocolate, más necesita un vino estructurado. El objetivo es equilibrar los sabores dulces, amargos, agrios y picantes del chocolate con el vino para que surjan los sabores más elegantes.
Regla real para este maridaje de vinos con el chocolate
Lo importante es tener en cuenta que cuanto más intenso sea el contenido de cacao de un postre, más estructurado debe ser el vino con el que se desea maridar para no desentonar con el azúcar del chocolate, ya que de lo contrario resultará ácido en el paladar.
El objetivo de un buen maridaje es equilibrar los sabores dulces, ácidos, amargos y salados de la comida y el vino para que los sabores sutiles puedan emerger. Por supuesto, el chocolate también combina bien con el vino según su dulzura, acidez, aroma y todas las características que lo distinguen.
Por ello, es muy importante elegir el vino para maridar según el tipo de chocolate que se quiera degustar o presentar en la mesa:
Con postres de chocolate negro de gran sabor, un vino con cuerpo
Se recomienda un vino dulce o un vino de licor con cuerpo y persistente. Se propone una combinación deliciosa y nada fácil, un MareVinum Uro elegante y refinado, envejecido al menos 24 meses en grandes barricas de roble de Eslavonia y, por tanto, bien equilibrado en sus taninos suaves y envolventes.
Con postres de chocolate cremosos, elige un espumoso
Para esto postres que envuelven el paladar con intensas sensaciones aterciopeladas, como la crema de leche o el fondant, el pudin o la mousse de chocolate, lo ideal sería un vino dulce y fragante como el Freixenet Malvasia Dulce.
Los postres de chocolate blanco, con un vino suave
Estos postres más dulces y suaves prefieren sin duda un Moscato rosado dulce o un Sitta Pereiras que envuelve el paladar con suavidad y delicadeza.