Acompañar las legumbres con un buen vino
Las legumbres son un alimento rico en proteínas e hidratos de carbono, y como ocurre con la mayoría de platos, las legumbres se convierten en un manjar cuando se las acompaña de un buen caldo que potencie sus sabores y aromas.
El alto contenido en proteínas de las legumbres, generalmente responsable de una salivación más o menos pronunciada en la boca, pide un vino con una buena graduación alcohólica o una astringencia moderada, por lo que los vinos tintos con un contenido modesto en taninos son especialmente adecuados para maridar con estos plantos de legumbres.
A continuación, presentamos dos tipos de preparación para las legumbres y su maridaje ideal:
En las sopas y minestrones
En las sopas, en las combinaciones con pasta o en los preparados de carne, no hay que tener en cuenta solamente las legumbre, sino todos los ingredientes utilizados en la elaboración de la receta.
Estos platos son generalmente ricos en verduras y legumbres, y por ello las consideraciones anteriores para la elección de los vinos son ciertamente válidas. Para precisar un poco más, es aconsejable elegir un vino tinto con una buena estructura y una buena suavidad.
En preparaciones de legumbres y carne
Como en el caso de las alubias o las lentejas con chorizo, o cuando las legumbres se sirven como guarnición de preparaciones de carne, la elección será principalmente de vinos tintos con una estructura adecuada a la suculencia de la carne y a la técnica de cocción.
En este sentido, se pueden elegir vinos tintos como, por ejemplo, El Pedal Tempranillo, un caldo que logra equilibrar la considerable cantidad de hidratos de carbono que contienen las legumbres. Por su parte, la astringencia y la estructura serán útiles para equilibrar la suculencia derivada de las proteínas de la carne y las legumbres.