¿Qué es la sangría y cómo se prepara?
Se dice que la sangría lleva su nombre porque evoca a la sangre de los ibéricos, que está cargada de pasión y alegría. Ayuda mucho ese color rojo intenso que le aporta el vino tinto que es su base y cobra matices de aromas, sabores y hasta colores gracias a las frutas que danzan divertidas en su interior.
Según se cuenta, esta bebida refrescante nació de la inventiva de los campesinos y su necesidad de enfrentarse a las calurosas temperaturas del verano. Otra historia asegura que los contrabandistas de licores picaban las frutas y las agregaban a los barriles para hacer creer a las autoridades que se trataba de zumos.
La sangría es perfecta para todas las ocasiones
La sangría nació en algún momento entre 1700 y 1800 y, desde entonces, cada verano se presenta para alegrarnos y poner una nota refrescante a ese período del año.
Como seguramente ya debes saber, la sangría es una bebida fría y refrescante que se elabora tomando por base el vino que usualmente es tinto, aunque también se puede preparar con vino rosado, vino blanco e incluso cava. Eso sí, sea cual sea el caldo que elijas, debe ser afrutado y dulce.
Para preparar sangría en casa:
Se mezcla una botella de vino y una de gaseosa en partes iguales. Luego se añade algún otro licor que puede ser brandy, ron o coñac y unas cucharadas de azúcar, al gusto. Para el toque final, agregas frutas picadas, como manzana, melocotón y pera.
Para darle un toque afrutado, incluye en tu receta el zumo de un limón y una naranja. También puedes colocar los gajos, que se ven muy monos nadando en la bebida. Algunas personas añaden toques exóticos como ramitas de canela, menta o jengibre.
Deja en el refrigerador por unas 4 horas para que los sabores se maceren con el vino y la fruta absorba un poco de los licores. Tendrás una bebida perfecta para alegrar cualquier celebración o simplemente para disfrutar de una tarde veraniega.
Si quieres que tu receta sea un poco más exquisita, prueba la Sangría La Sueca. Esta se ha macerado con jugos de frutas naturales como higos, melocotón, naranja y limón, entre otros. Tras esto, se le añade néctar de mostro que ajusta el dulce para hacerlo perfecto.
Sus olores afrutados y la canela junto a su sabor marcado y refrescante la convierten en la opción ideal, únicamente agregando algunas frutas picadas o incluso para beberla sola, refrigerándola durante unas horas.