Cabernet Sauvignon, un vino con trayectoria
El Cabernet Sauvignon es el embajador de los vinos tintos de calidad. La uva de la que nacen ofrece sabores intensos, capaz de producir caldos de gran categoría. Esos que han marcado la historia del vino.
Después de pasar por un proceso que guarda las costumbres de la cultura vinícola, el jugo de la uva espera paciente, atravesando por los diferentes tiempos y estilos de crianza, para dar lugar a un vino que cuenta la historia de cientos de años de tradición.
De sabores intensos, taninos marcados y aromas profundos. Tanta personalidad posee este vino que muchas veces encontramos que es mezclado con otras variedades como Merlot, Tempranillo y Malbec, por ejemplo, para darle tonos más suaves.
Es un vino aromático, dominando la grosella negra que se junta sutilmente con otros perfumes, haciéndose más complejo según el tiempo de crianza. Es entonces cuando aparecen las notas terrosas y amaderadas, en algunos podemos notar puntos de tabaco, incienso y regaliz.
En cuanto a su sabor, se presenta en el paladar afrutado y seco, con marcadas notas ácidas y, por supuesto, no pueden faltar los toques de cedro y roble. Dependiendo del clima donde crece la fruta, se percibe pimiento verde, menta y eucalipto.
Finalmente, no podemos dejar de mencionar su color, rojo intenso, casi aterciopelado. Con ligeras tendencias púrpuras y azules en sus reflejos. Elegante, seductora, misteriosa.
¿Cómo se debe servir un Cabernet Sauvignon?
Este vino se sirve a una temperatura entre los 17°C y los 18°C. Para ello, bastaría con dejarlo unos 20 minutos en el refrigerador. Luego, lo ideal es oxigenar un poco el caldo, es decir, permitir que tenga contacto con el aire, para que sus propiedades aromáticas afloren con mayor intensidad. Para esto, se usa un decantador.
Algunos expertos recomiendan dejar abierta la botella por una hora antes de consumirla. También invitan a servir el vino a una buena distancia de la copa, para que al caer pueda oxigenarse un poco más.
Una vez que has pasado el vino por el proceso de decantación, notarás también que este se separa de los sedimentos, presentando una coloración más limpia en el líquido. Entonces, ha llegado el momento de servir.
Para los vinos tintos elaborados con Cabernet Sauvignon, se utiliza una copa Burdeos, de boca ancha y balón amplio. Por supuesto, no puede faltar el tallo, que es lo suficientemente largo como para tomar la misma sin comprometer la temperatura del vino.
Por supuesto, es fundamental emplear un embudo para evitar que los sedimentos pasen a la copa. Así, el vino quedará más limpio a los ojos de los bebedores
¿Con qué se puede maridar este vino?
Cada momento que se acompaña con una botella de Cabernet Sauvignon se convierte en inolvidable, único, de altura. Lo mismo sucede con la gastronomía que maridamos con este maravilloso vino.
Gracias a su gran concentración de taninos y sus aromas tan definidos, este vino es perfecto para realzar el sabor de las carnes rojas.
Los alimentos con condimentos fuertes y ricos en grasa se equilibran ante la astringencia de este vino, permitiendo que cada bocado sea sublime.
Lo mismo sucede con los quesos madurados y los frutos secos, que van perfectamente con un buen Cabernet Sauvignon, haciendo que la velada sea elegante, apetitosa y seductora.
Con los postres, se recomienda probar este vino tinto con chocolate, especialmente amargos, siendo una combinación ideal con los tonos afrutados del Cabernet Sauvignon.