¿Qué es la uva Graciano?
La Graciano es una variedad de uva tinta de la que no se tiene claro de dónde es originaria, pero en la mayoría de los viñedos de La Rioja se cultiva y se emplea. Destaca por ser una uva con poco rendimiento, pero muy usada para caldos de Gran Reserva.
No es muy abundante, es por ello que suele ser cultivada con otras especies. Funciona muy bien en los climas áridos y cálidos, por lo que la vid obtiene unos delicados sabores aromáticos.
Se caracteriza por ser de racimos pequeños y con uvas redondas. Su pulpa no tiene color y suele ser bastante dura. Sin embargo, la piel de la graciano es muy oscura, casi negra.
Propiedades de la uva Graciano
Como es una uva de bajo rendimiento, resulta complicado conseguir grandes cultivos de este tipo de vid. Es por ello que, por lo general, se consigue en viñedos que comparten con otras variedades de uvas.
Solo una parte bastante pequeña se suele emplear en los procesos de vendimia, por lo que sus características la convierten en una uva bastante exclusiva. Es por ello que no es común encontrar vinos que estén elaborados únicamente con la variedad de uva Graciano.
Suele ser empleada como un aditivo a otros tipos de vino para poder aportarle más alegría y personalidad debido a su sabor peculiar y aroma intenso. Por lo general, se mezcla con otras variedades como Tempranillo o Garnacha.
Su sabor es potente, intenso y muy característico, con un elevado nivel de acidez y baja graduación alcohólica. Los vinos graciano maridan muy bien casi con cualquier plato.
Características que la hacen única
Como resulta ser una uva con mucha personalidad a pesar de su pequeño tamaño, la Graciano se caracteriza por tener porte recto y ser una variedad muy vigorosa. Puede resistir muy bien a la sequía, pero resulta un poco difícil de cultivar. Puede funcionar con baja fertilidad en el suelo y prefiere los suelos arcillosos o calcáreos. Es recomendable mantenerla con poda corta.