Syrah, el vino moderno con sabor antiguo
El vino de Syrah proviene de una uva cuyos orígenes son un verdadero misterio, en el cual encontramos leyendas e historias que se debaten entre Francia, Persia y hasta Italia. Quizás se deba a que lleva tanto tiempo en el mundo del vino que es fácil encontrar sus caldos en cada rincón.
De hecho, hoy en día y gracias a su gran adaptabilidad, encontramos que hay viñedos de esta variedad en todo el mundo. Ofrece lo mejor de su trayectoria en cada uno de los caldos que produce.
Hablando de ello, los vinos de Syrah son, desde siempre, de una calidad indiscutible, con características seductoras que los hacen únicos. Su intenso y profundo color rojo es seducción a primera vista.
Su aroma destaca por ser contundente, con notas florales que reposan sobre frutos rojos oscuros, chocolate negro y café. Muchas veces podemos encontrar toques de especias como la pimienta y el regaliz, que son casi un sello de este tipo de vino.
Su sabor es de taninos suaves, pero firmes y equilibrados. Se deja degustar con facilidad e invita a una siguiente copa al mostrarse de carácter ligero y alegre. Dependiendo de su paso por la barrica puede generar gusto a canela y trufas, con puntos de café.
Su versatilidad le aporta diferentes gustos, dependiendo de las tierras en las que crece la uva, del clima, de las barricas donde envejece y de las manos de los enólogos. De allí que aparezcan notas de cuero, tierra y levadura. Todo combinado en perfecto equilibrio.
¿Con qué se puede maridar el vino de uvas Syrah?
El Syrah es un vino de taninos delicados y acidez armoniosa que permite que el paladar lo invite a servirse con una gran variedad de platos, especialmente aquellos ricos en especias y sabores complejos.
Entre los aperitivos, se puede acompañar este vino con quesos madurados y fuertes, como el Emmental o el Gorgonzola. También marida perfecto con jamones y embutidos, aceitunas y alcaparras.
Las carnes rojas y de caza son ideales para acompañar con este vino, especialmente cuando se preparan con hierbas aromáticas y especias.
Para aquellas personas que prefieren un menú libre de carne, la buena noticia es que el Syrah recibe muy bien las combinaciones de vegetales al horno, la parrilla o la plancha. El secreto está en elegir sabores con carácter y aliñados con especias, y por supuesto, los toques ahumados.
Y hablando de sabores fuertes y especiados, ¿qué te parecería servir un buen Syrah con una comida india? Las combinaciones de estas especias tan marcadas, como el curry, le dan un toque único a la mesa. ¡Anímate a probarlo!
La leyenda de la uva Syrah
Los orígenes de esta uva son un verdadero misterio, es de esperarse que le ronden leyendas. Una de las más curiosas se conoce como “El remedio del Rey”. Todo sucedió 4.000 años antes de Cristo.
Dicen que un ave mítica sobrevolaba el cielo del Palacio del rey persa Djemchid. El emplumado visitante dejó caer unas semillas como ofrenda amistosa, las cuales comenzaron a brotar casi de inmediato, dando unos frutos aromáticos y dulces, de color negro. Estos se recolectaron y guardaron en las bodegas reales donde sucedió la verdadera magia.
Los frutos fermentaron y dieron vida a un curioso elixir negro, con perfumes embriagadores. Así lo encontró la esposa predilecta del rey, quien en un ataque de celos buscaba algo con qué suicidarse. Pensando que aquello era un veneno bebió, sin poder detenerse.
Al cabo de un rato, la encontraron celebrando con alegría, cantando y bailando, embriagada y feliz, gracias a los efectos del vino. De allí que esta bebida fuera denominada Darou é Shah, que significa “el remedio del rey”, cuya deformación lo fue llevando a Shiraz, Shyra o Syrah.
Así que la próxima vez que disfrutes de tu Syrah, recuerda que esta bebida ancestral es protagonista de leyendas antiguas y deleitó paladares de grandes reyes de la historia.